Su enorme éxito en los salones recreativos de los 80, sumado a su original modo de juego con combates de uno contra uno, llevó a que Karate Champ sea considerado uno de los videojuegos más influyentes de todos los tiempos, ya que fue el título que popularizó y sentó las bases para el género de los juegos de lucha, lanzándose los siguientes años numerosos videojuegos que copiaron la misma fórmula.
Como un auténtico videojuego pionero y realmente innovador en aquellos años, el gabinete de Arcade original de Karate Champ incluía dos joysticks para que los jugadores pudieran combinar hasta 24 golpes y movimientos diferentes. El modo de juego consiste básicamente en una serie de peleas en las que encarnamos a un karateka vestido con un Gi blanco (el uniforme de entrenamiento tradicional en artes marciales) que se enfrenta a un oponente uniformado con un Gi rojo.
Comenzamos la primera ronda en un dojo de karate con el objetivo es derrotar al karateka rival para avanzar al siguiente nivel. Tras superar varias rondas de bonificación, con pruebas como romper ladrillos de un golpe, pasaremos a un torneo de karate que se celebra en un estadio. A medida que vayamos avanzando niveles, los rivales serán también más difíciles de derrotar.
A diferencia de la mayoría de los videojuegos de lucha posteriores, en Karate Champ no disponemos de una barra de salud ni de ningún otro sistema para indicarnos el nivel de vida restante. La victoria en los combates se basa en un sistema de puntos, de manera que un par de golpes certeros y exitosos pueden servir para finalizar la ronda, otorgando al atacante un punto o medio punto, dependiendo de la complejidad del golpe. El primer karateka en sumar dos puntos es el ganador, y si perdemos un combate se acaba el juego.
En una estrategia un tanto peculiar (pero que se demostró completamente acertada), pocas semanas después del lanzamiento en mayo de 1984, Data East publicó una versión actualizada del juego que incorporaba la opción de dos jugadores simultáneos que podían competir entre sí, con el título de Karate Champ: Player vs Player. Esta versión fue de hecho la que se conoció internacionalmente como Karate Champ (la versión original para un jugador era exclusiva de Japón), y serviría además como base para las conversiones domésticas del juego.
Para aprovechar esta actualización, Technōs Japan, la compañía desarrolladora del juego, introdujo también varias mejoras gráficas y de sonido, así como la inclusión de nuevas pantallas de título y una especie de "argumento" para los combates. Junto a los combates iniciales en el dojo, en Karate Champ: Player vs Player, los jugadores luchan en diferentes lugares del mundo en combates de tres rondas, donde el ganador se convertirá en el héroe que rescata a la chica de cada escenario.
Las localizaciones de los diferentes niveles son de lo más variopinto, de manera que lucharemos contra nuestro oponente en lugares como un puerto, un jardín japonés con vistas al Monte Fuji, un bosque de bambú, en el tronco de un árbol sobre un abismo, en la popa de un barco, en una pista de aterrizaje, en una típica estampa holandesa con molinos de viento, en un desierto norteamericano, o en un sendero de un bosque por la noche en la ronda final.
Tras cada combate ganado se acceder a una ronda de bonificación para conseguir puntos adicionales. Estos niveles son también bastante variados y sin duda peculiares, ya que van desde esquivar macetas de plantas, a patear y romper tablones o defenderse de la embestida de un toro.
Desarrollado por la ya desaparecida compañía japonesa Technōs Japan, el videojuego Karate Champ fue lanzado originalmente en los salones recreativos de Japón por Data East en mayo de 1984 con el título de Karate Dō; mientras que su versión occidentalizada, Karate Champ: Player vs Player (o simplemente Karate Champ) llegó a Europa, Norteamérica y el resto del mundo en septiembre de 1984.
El juego se convirtió en un rotundo éxito comercial casi al instante, y en plena edad de oro de los videojuegos de arcade vendió más de 10.000 máquinas recreativas en los dos meses posteriores a su lanzamiento, lo que le llevó a ser el título más vendido de Data East hasta la fecha.
Para abril de 1985, Karate Champ había vendido ya más de 30.000 unidades de Arcade en Estados Unidos, fue el arcade con mayor recaudación durante el verano de 1985 y acabó el año también como el videojuego más exitoso en los salones recreativos del país. Como curiosidad, cada gabinete de Arcade tenía un precio de venta de 2.400 dólares y la recaudación promedio que arrojó cada máquina en 1985 fue de 200 dólares semanales.
Tras su paso por los salones recreativos de todo el mundo se lanzaron las versiones domésticas del juego para sistemas como Apple II, Commodore 64 y la consola NES, todas ellas basadas en la edición Karate Champ: Player vs. Player. Si el juego original de Arcade había cosechado un notable éxito en los salones recreativos de todo el mundo, sus conversiones a ordenadores y consolas no solo no se quedaron atrás, sino que arrasaron en ventas.
En las versiones para computadoras de Karate Champ en Estados Unidos, el juego recibió en julio de 1987 un Premio de Oro de la Asociación de Editores de Software (SPA) por superar las 100.000 unidades vendidas. En febrero de 1988 recibiría el Premio de Platino al superar las 250.000 unidades y finalmente el Premio Diamante en enero de 1989 cuando sobrepasó las 500.000 unidades vendidas.
Karate Champ fue de hecho el primer videojuego en recibir el Premio Diamante de la SPA y es uno de los dos videojuegos de computadora más vendidos en la historia de Estados Unidos hasta 1989, solo superado por el juego ¿Dónde está Carmen Sandiego? (1985).
Junto a su increíble éxito comercial, Karate Champ dejó además un importante legado en la historia de los videojuegos y particularmente en el género de los juegos de lucha, inspirando numerosos títulos de artes marciales posteriores.
Mientras que algunas desarrolladoras apostaron por un tipo de juegos de acción y lucha con un estilo diferente, con el clásico Kung-Fu Master (1984) de Irem como uno de los mejores ejemplos, muchas otras intentaron capitalizar el éxito que obtuvo Karate Champ, copiando e imitando su fórmula.
El juego había establecido muchos de los pilares del género para los juegos de lucha, como el formato al mejor de tres combates, entradas de control específicas para realizar movimientos especiales y rondas de bonificación después de un número determinado de victorias. La edición Player vs. Player de Karate Champ fue también el primer juego de lucha que permitió a dos jugadores luchar entre sí.
Esto llevó a que los siguientes años se publicara una oleada de videojuegos de lucha, especialmente de kárate y kung fu, influyendo notablemente en títulos (los cuales fueron también grandes éxitos comerciales) como Yie Ar Kung-Fu (Konami, 1985), The Way of the Exploding Fist (Beam Software, 1985) o Shao-lin's Road (Konami, 1985).
Curiosamente y a pesar de su éxito comercial, el juego nunca llegó a tener una secuela, pero su enorme importancia para la historia de los videojuegos llevó a que nunca haya caído en el olvido. A principios de la década de los 2000 se lanzaría el juego emulado para la consola PlayStation 2, y durante los siguientes años se publicarían recopilaciones en todo tipo de sistemas que incluyen versiones adaptadas del juego original para iPhone, iPad, PlayStation 4 y Nintendo Switch.
Actualmente en Abandonware, el videojuego Karate Champ se puede descargar gratis o jugar online en el navegador a través de la web Archive.org: Karate Champ - Apple II / Karate Champ - Commodore 64
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